Supongo
que como en todo, cada uno aporta su ideal, cada uno tiene su versión y cada
perspectiva es aún más diferente. De nuevo estoy aquí para dar mi opinión al
respecto.
¿Qué mueve al mundo, dinero o amor? Es una gran pregunta, ¿no creéis? Puede que plantearse esto sea un
debate continuo del que jamás se encontraría clara respuesta, pero creo haberle
encontrado un sentido a todo este "caos material" que nos hace dudar.
Quizás
debamos preguntarnos antes, ¿qué valor tiene el dinero sobre nosotros?
¿Dinero, o amor? |
A lo largo de la historia, la humanidad se ha visto involucrada en esto, siempre. ¿Qué eran si no, las sociedades de clases? Un régimen marcado en función de la cantidad que tuvieras en el bolsillo. Los poderosos, los adinerados. Los esclavos, por supuesto, los pobres. ¿Es así como gusta vivir? Está claro que no, o al menos, como digo, es mi perspectiva. Entonces, ¿por qué se le da tanta importancia al dinero? ¿Es acaso más importante tener una buena casa, con su asistenta, a tener un hogar acogedor en el que se huela la palabra familia nada más entrar? No pongo en duda todos los ideales que se pueden crear, los sueños materiales que se deseen tener… es obvio que todo eso existe en la mente de cada persona. ¿Pero qué son los sueños si con dinero, todo puede comprarse? ¿De qué sirve pues, hablar de buena voluntad, si los primeros que piensan en incumplirla son los que juegan con el dinero? Si el mundo se ve alterado por cantidades de dinero, no tengo nada que aportar a esta sociedad.
Pero…
¿qué hay del amor? Más bien, ¿qué es al amor? Puedo garantizar que he
preguntado a una niña de ocho años, a una adolescente de dieciséis, a una
adulta de treinta y dos, y a un pensionista de setenta. ¿Saben qué es lo
curioso? Evidentemente como decía al principio, cada perspectiva es
completamente distinta, pero todos ellos han coincidido en una cosa: amor es
escuchar, es comprender, es ser sincero, confiar, sentirse conectado a la otra
persona. Pero en lo que la sociedad está de acuerdo, ya sea desde la inocencia
que pasea por la mente de un niño, hasta las varias experiencias que ha podido
tener un anciano a lo largo de su vida, es que el amor, es entrega.
Por
tanto, debemos ser capaces de entregarnos por completo, ya sea a un familiar, a
una pareja, o incluso a uno mismo. Requerimos el contacto con otros, el afecto,
el cariño, el aprecio. ¿El dinero eso lo cubre? ¿Eso se compra? ¿Se consigue
chantajeando, o regateando? No, ¿verdad? Si las cosas más increíbles de este
mundo, reír, amar… sólo requieren paciencia, aprecio y entrega, ¿en qué momento
se nos ha ocurrido plantear si quiera qué es lo que mueve al mundo?
Donde
haya cariño, sobra lo demás. ¿El dinero? Sólo materia.