¿No entiendes lo que pone?

viernes, 19 de junio de 2015

El equilibrio se encuentra entre extremos.

Estoy cansada de que siempre se repita la misma historia. Estoy cansada de las indirectas sin intenciones, de las falsas ilusiones y de las caricias sin sentido. Estoy cansada de los prejuicios, de los rumores y de la apariencia. De los cumplidos por compromiso, de la falsedad. Estoy cansada de los estereotipos, del qué dirán y de las inseguridades.

Estoy cansada de la desconfianza, de las falsas amistades y del amor pasajero. Estoy cansada de las excusas, de las mentiras y de ocultar las cosas. Estoy cansada de las promesas incumplidas, de las palabras carentes de acción, y de que lo bueno se haga esperar. Estoy cansada de las oportunidades desaprovechadas, del desprendimiento de las cosas más maravillosas y de la pérdida de felicidad. Estoy cansada de la dependencia, del deseo insaciable y de las prisas.

Estoy cansada de la falta de respeto, de la mala educación y del rechazo. Estoy cansada de las agresiones y los insultos, de la violencia y la deshumanización. Estoy cansada del desprecio, de la insensibilidad y de la culpabilidad. Estoy cansada de la ignorancia, del paripé y de la imposibilidad. Estoy cansada del derroche, de la escasez y del engaño. Estoy cansada de ser paciente, optimista y racional.

Estoy cansada de todo esto, pero quiero impacientarme por tener algo que no llega. Quiero ver cómo se derrocha, para apreciar y valorar realmente lo que se desecha. Quiero que se me obstaculice y se me impida un camino fácil, para poder mejorar y tratar de avanzar por mis propios méritos. Quiero que exista la traición o el engaño, para conocer realmente la fidelidad y la sinceridad.

Quiero jugar y que me confundas, aunque eso signifique volverme loca sin comprender cada gesto. Quiero que me prometas cosas que nunca cumplirás, para ser consciente en siguientes ocasiones. Quiero entristecerme por experimentar sensaciones que no llevan a ninguna parte. Quiero que exista la culpa, para admitir que es necesaria una disculpa. Quiero acelerar, para saber cuándo ir más despacio. Quiero perder, para saber qué es lo que me hace ganar.

Quiero ser feliz.