Creo que los buenos consejos pueden apreciarse, no solo con los ojos sino con el corazón.
Es aprender que si estás alegre, los que te rodean, lo estén por igual. Te sientes bien contigo misma, como si algo flotase en tu estómago, dentro de tu ser. Como si todos tus deseos se disolviesen poco a poco y fuesen convirtiéndose en realidad, reviviendo una vez más.
Sentir una sonrisa en una simple mirada. El beso más especial que pueda existir, reflejado en un sueño. Esos pequeños detalles, que se vuelven importantes al caer la noche. Esa sensación de dulzura al descubrir que tus ilusiones progresan lentamente.
Pero saber que me esperan, con el corazón bien abierto y la mejor de sus sonrisas, hace que reflexione si realmente merezco algo tan maravilloso. Eso que día a día alimenta mi subconsciente a base de risas y recuerdos. Me pregunto qué podrá pasar en un futuro, sí, pero por ahora, solo sé, que debo continuar.
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